ANA CARMONA RUIZ “NITA” MUJER DE ABRIL DE LA CAMPAÑA “MUJER TENÍA QUE SER”

La Delegada de Mujer, Pilar Praena, ha presentado a la protagonista del mes de abril de la campaña “Mujer tenía que ser”. En esta iniciativa se realza la figura de una mujer que se ha minusvalorado y ocultado por el hecho de ser mujer, este mes la protagonista es Ana Carmona Ruiz, nacida en Málaga el 16 de mayo de 1908.

 

Praena ha explicado que “en esta ocasión hablamos de la primera mujer que se conoce que fuera jugadora de fútbol, para ello tuvo que burlar las prohibiciones de la época haciéndose pasar por chico, para poder hacer lo que le apasionaba, jugar al fútbol”.

 

Ha detallado la delegada que para poder entrar al Club, Ana Carmona comenzó a trabajar como ayudante de masajista y se encargaba de lavar la equipación del equipo , para ello contó con "su mejor cómplice", su abuela Ana, porque Anita no tenía que ocultar con ella su pasión. Finalmente, Nita consiguió jugar algunos partidos con el equipo de sus amores. Eso sí: todos los que no se jugaran en casa, para así no ser reconocida Se la ingeniaba para jugar algunos de los partidos de los que se jugaban en casa con el equipo cambiando su aspecto. Ella misma se ajustaba la ropa deportiva lo suficientemente ancha para disimular su anatomía. Así empezó a dar sus primeras patadas al balón en partidos oficiales.

Se inventó el apodo de Veleta, para evitar que sus compañeros la delatasen sin querer. Este nombre es en relación a su cambio constate de aspecto.

 

Pero no era completamente eficaz. Algunos jugadores rivales no toleraban jugar contra una chica. Tampoco su presencia sentaba bien en ciertos sectores del público. En cuanto se supo que era una mujer, "la denunciaron y la delataron".

 

En casa no contó con el apoyo de su familiar, ya que ésta a veces la castigaban durante un tiempo prohibiéndole salir de casa, cuando Nita aparecía en casa con arañazos y magulladuras propias del juego. No estaba bien visto que una “señorita se pusiera a correr y sudar”, “eso era cosa de hombres”.

 

Anita tenía un tío que era médico, el cual afirmaba constantemente que lo que hacía su sobrina “era perjudicial para la estructura corporal de la mujer”. Este doctor, le pidió a la madre de Nita que la enviara temporalmente a Velez-Málaga, dónde tenía familiar, para alejarla del entorno de la práctica del fútbol y su entorno. Según Jesús Hurtado, periodista que ha escrito la biografía de Anita Carmona, Nita no sufrió castigos físicos, pero sí morales y muchas descalificaciones.

 

Anita Carmona Ruiz estuvo jugando al fútbol hasta mediados de los años 30, poco antes de que comenzara la Guerra Civil, cuando le fue más complicado pasar desapercibida. Su cruzada ya fue imposible tras varios arrestos, puesto que se había librado de sanciones mayores a raíz del padre Miguez, con el que mantenía una buena relación. Se acabó al llegar Franco. En ese tiempo ya la mujer en el deporte estaba muy mal vista", detalla Hurtado.

 

La última muestra de su amor al fútbol fue en su funeral. Porque Anita Carmona Ruiz fue enterrada con la camiseta del Sporting de Málaga, su Sporting. No pudieron pararla, aunque tuviera que ocultarse; no dejó de correr, aunque avanzara a escondidas.

 

Nita falleció muy joven, con apenas 32 años, pero antes consiguió ingeniárselas para desarrollar su gran pasión, jugar al fútbol. Llegó a realizarse una fotografía con su equipo de fútbol, para ello se hizo la foto en carnavales para así no levantar sospechas, y decía que iba disfrazada de futbolista.